Las Luciérnagas Solo Mueren en Verano II
Con Maya activado, mi visión se tiñó
momentáneamente de verde, dándole a la escena un aspecto surrealista mientras
el movimiento de los saqueadores se hacía cada vez más lento. La mujer
saqueadora recargaba de forma frenética el subfusil al lado del líder moribundo
y el vehículo crustáceo maniobró para colocarse delante de ella, protegiéndola.
Sabía que no eran malas personas...
La boca del arma estalló en un lento
resplandor anaranjado cuando los proyectiles estándar de Nurm se dirigieron
hacia mí antes de ser detenidos por el suave resplandor del escudo.
Nas: ¡El traje de Gordo tiene una brecha!
¡Necesito ayuda para subirlo, chicos!
P.B: …
Becco: ¡Nas, alto al fuego! ¡Deja de
disparar! ¡Solo vas a conseguir cabrearla más!
Gil: ¡Mantened la calma! ¡Puedo atravesar
el escudo con las pinzas de gebo y si le doy un solo golpe directo, se acabó!
P.B: ¿Cómo es posible que haya roto el
traje de aislamiento minero con solo el uso de un escudo?
Nas: ¡Dejaos de mierdas! Tenemos que
llevarnos a Gordo…
Becco: Si Gordo no responde es que está
muerto.
Nas: ¡No está muerto! Está cargando su arma
para disparar… Gordo, ¿Qué haces? ¡No!
El líder de los saqueadores vació el
cargador de su pistola artesanal sin dejar de apretar el gatillo de forma mecánica
y la mujer se desplomó al instante. A través de su máscara, sus ojos estaban
abiertos de terror mientras cada fibra de su ser ordenaba a su mano que no
siguiera apretando el gatillo.
La rueda neural del saqueador, sobrecargada
y completamente bajo mi control, estaba comenzando a colapsar bajo el control
de Maya.
Matriz de control vital en riesgo en Maya 001/ Colapso neural
inminente/ Imposible revertir suplantación Maya 001
La agonía es la prolongación de un sufrimiento irreversible…
Debería terminar con su sufrimiento.
Con un profundo sentimiento de tristeza,
desactivé la rueda neural colapsada y el líder saqueador cayó al suelo inmóvil.
Becco: ¿Nas? ¡Nas! ¡Responde!
Gil: Su estado neural indica…
P.B: Desconectada.
Como si fuese un reflejo de los
sentimientos del aullido del hombre llamado Becco, el vehículo se lanzó hacia
delante a toda velocidad con intención de aplastarme. Durante un momento dudé:
podía someterlos con Maya en cuestión de segundos pero solo se estaban viendo
sobrepasados por sus emociones. Un error humano, nada más.
Uno como el que les había llevado a este
punto: Valorar más la ilusión de la libertad que la propia vida.
La mole del vehículo chocó contra mí,
arrastrando mi cuerpo casi diez metros antes de detenerse contra la pared
metálica que protegía el hormigón de la corrosión del Neradio ambiental. Apenas
tuve tiempo de reaccionar anteponiendo los brazos sobre la cabeza antes de que
las dos pinzas industriales cayeran sobre mí con fuerza suficiente para hacerme
doblar las rodillas.
Cualquier otro ser hubiera gritado de dolor
por el impacto pero apenas sentí un ligero hormigueo. Mi cuerpo estaba
preparado para soportar impactos mucho mayores.
En el fondo, ambos buscamos lo mismo. Solo que mi libertad no se
encuentra en el lejano brillo de las estrellas…
Calculando balance de daños… Daños al 5%/ Reparación en 03:27
minutos/ Agresión detectada… activando respuesta.
Anulando activación de protocolo Siegfra/ Activando escudos a
capacidad estándar.
Debería defenderme.
El brillo verdoso del escudo se intensificó
hasta hacerse plenamente visible, empujando el vehículo unos centímetros atrás.
Ajenas a esto, las pinzas descendieron de nuevo provocando una lluvia de
chispas que terminaron cuando una de ellas se partió con un fuerte chirrido.
P.B: ¡Hemos perdido la pinza derecha!
Gil: ¡Detecto unas lecturas energéticas
nuevas! ¡Becco, retrocede!
Pero el saqueador no quiso o no pudo
retroceder aunque las pinzas dejaron de golpear, continuó avanzando, tratando
de aplastarme contra la pared a pesar de que era ahora el vehículo el que
retrocedía al ampliar el rango de escudo.
Gil: ¡Renno, toma los mandos! ¡Becco,
reacciona de una vez!
Sel L:
Lo siento pero os he dado demasiadas oportunidades, esto se acaba aquí.
Ninguno de los tres tuvo tiempo a
contestar. En un instante salté por encima del vehículo y abracé la pinza
dañada, arrastrando la máquina hasta derribarla, dejando las cuatro patas
metálicas chasqueando en el aire. Dos segundos más tarde, la pinza cedió con un
fuerte tirón seguido de un crujido y parte del armazón se fracturó, rompiendo
el vacío y dejando entrar el aire letal de Kadon III en el interior.
P.B: ¡Tenemos una brecha! ¡Máscaras!
Gil: No es posible… esto no está pasando.
Becco: …
Sel L:
Las agresiones no serán toleradas, rendíos y buscad refugio de la tormenta,
este es…
Gil: Has intervenido nuestras
comunicaciones desde el principio sin que lo supiéramos y sin que mis minas
neurales te detectasen.
P.B: ¡Gil! ¡La máscara imbécil!
Gil: Renno, olvida la máscara… ya estamos
muertos.
Becco: ¡Y una mierda! ¡Que te jodan,
monstruo del monacato!
El saqueador saltó a través de la brecha
del vehículo y abrió fuego con la ametralladora pesada que aferraban sus manos.
El arma pesaba tanto que le obligaba a doblar las rodillas y su rostro calvo y
enrojecido jadeaba por el esfuerzo y el aire tóxico.
Las balas capaces de atravesar un blindaje
ligero tañeron contra el escudo con fuerza haciendo totalmente visible la
esfera verde. Eran balas de gran calibre pero eran tan inútiles como las
estándar de Nurm.
El otro saqueador, el que respondía al
nombre de Gil, disparó con un subfusil desde el interior. A pesar de estar
condenado, con el rostro amoratado y los capilares de la cara reventados,
estaba dispuesto a morir luchando.
SelL:
Así que, pese a todo, elegís la muerte.
Gil: Moriré por neradio mil veces antes de
dejar que un instilante ande suelto por la ciudad.
SelL: …
El estruendo se detuvo cuando la munición
de la ametralladora pesada se agotó pero para mi sorpresa, el saqueador desenfundó un cuchillo y comenzó
a caminar hacia mí. A pesar de estar prácticamente muerto, su odio era tan
fuerte que lo obligaba a avanzar.
Cortafuegos neural establecido con éxito, hilos neurales
externos desconectados.
Orden de anulación de escudo/ escudo anulado.
La agonía es la prolongación de un sufrimiento irreversible…
debería terminar con su sufrimiento.
Con expresión triste, caminé al encuentro
del saqueador y dejé que la hoja del cuchillo se clavara en la carne unos
centímetros antes de detenerse en el blindaje interno. Con suavidad tomé entre
mis manos la cabeza del hombre y le partí el cuello.
Entonces, extraje el cuchillo ensangrentado
y lo dejé caer al suelo. La herida del pecho no significaba nada para mí pero
no activé el mecanismo de regeneración: Aquel corte horizontal tenía un gran
valor para el saqueador que acababa de morir.
Este hombre ha sacrificado su último aliento antes de morir de
forma terrible para intentar acabar conmigo. Se ha expuesto a las consecuencias
de una decisión antinatural pero no entiendo por qué.
¿Son todos los humanos así? No, eso no es posible. ¿Cómo podrían haber conquistado las estrellas
persiguiendo de esta manera sus pasiones?
Está claro que este hombre no es más que un loco.
Las toses agónicas del saqueador que
respondía al nombre de Gil me devolvieron a la realidad. El hombre trataba a
duras penas de recargar el subfusil ignorando los espasmos que recorrían sus
piernas.
SelL:
Puedo ayudarte a que termine el dolor.
Le ofrecí acercándome, caminando con las
manos llenas de sangre.
Gil: Púdrete en el Oedon Sigmoide,
monstruo. Nunca conseguirás salir del planeta… La humanidad triunfará y todos
los engendros instilantes seréis eliminados.
SelL:
Ni tu tampoco así que creo que los dos hemos fracasado. Eres una persona
agradable a pesar de no ser un buen ciudadano imperial… ¿Te gustaría en tus
últimos momentos ser mi amigo?
La amoratada cara del saqueador se contrajo
de asombro antes de disparar las treinta y cinco balas estándar del subfusil.
En otras circunstancias habría alzado el escudo pero ninguna de las balas llegó
si quiera a rozarme. El hombre que respondía al nombre de Gil estaba totalmente
ciego por la toxicidad del aire que cada vez soplaba con más fuerza, grabando quemaduras químicas en la delgada
cara cuarteada del saqueador.
Avancé hacia él en silencio, él dejó caer
el subfusil y una rápida patada en el pecho le aplastó el corazón, matándolo en
el acto.
Suspiré entristecida. Una vida más cuya
pérdida se podía haber evitado.
SelL:
Solo quedas tú perfil borrado y te digo lo mismo: huye y salva tu vida.
P.B: Sabía que los instilantes estabais
despegados de la realidad pero no hasta tal punto.
No respondí, no tenía sentido. Me limité a
penetrar en el interior del vehículo y vi que el último saqueador estaba sujeto
a una silla mediante un arnés y una máscara de aire. La estancia circular de
color anaranjado que era las entrañas del vehículo estaba ahora invertida, dándole
un aspecto cómico.
P.B: Te diré algo, aunque creo que es
malgastar hilo neural. Has matado a las personas que me acogieron y me salvaron
hace cuatro años, cuando deserté de la Frontera de Hierro cansado de luchar
contra los tuyos… Y tú, los has matado a todos.
SelL:
Tienes razón y es lógico que te sientas desesperanzado pero no puedes llamar “los
míos” a algo que existe para destruir a la humanidad. Porque yo existo para
defenderla.
P.B: Guárdate las palabras porque me da
igual que no sepas que eres una instilante. Esto se ha acabado.
SelL:
Dependes de una máscara para sobrevivir y no puedes aguantar la respiración el
tiempo suficiente para ponerte un traje de aislamiento descontaminado, si es
que lo hay. Yo puedo buscar uno y ayudarte a salir de aquí antes de que empiece
la tormenta.
P.B: ¿Y entonces qué, busco un refugio en
un desaguadero? ¿O trepo por casi dos kilómetros de pared hasta el sector
industrial, que estará totalmente sellado cuando llegue? Estoy tan muerto como
ellos pero estás tan alejada de la humanidad que ni siquiera te das cuenta.
SelL:
Entonces estoy perdiendo el tiempo… que tengas una buena muerte.
Me dirigí a la brecha del vehículo para
abandonarlo pero entonces la cascada risa física del saqueador resonó detrás de
mí.
Renno: No tan rápido, encanto. Has montado
un cortafuegos digno de la Frontera de Hierro para que no pudiéramos chivarnos
a los cascos eso te lo concedo pero te has olvidado de algo muy importante… las
ondas de radio.
Iniciando escaneo de ondas de radio primitivas… información
verificada.
Ondas de radio emitiendo desde hace 15 segundos. Información
proveniente de la amenaza verificada.
Debería detener la señal en su origen físico.
De un salto cubrí la distancia hasta
aterrizar sobre el pecho del saqueador, haciendo crujir la silla por el
esfuerzo. Un localizador externo de aspecto primitivo emitía un parpadeo blanco
que se apagó cuando lo aplasté por completo.
Renno: Lo siento, eso no va a funcionar. Ya
he transmitido la señal y todos los cascos saben que hay un desertor prófugo
buscado por asesinato, deserción y traición a las afueras de la ciudad.
Sel: El código de justicia imperial indica
que la sentencia es la muerte, te dejarán morir en la tormenta y…
Renno: Te equivocas. Según ese mismo código
deben ser las autoridades imperiales las encargadas de ajusticiar al asesino de
un cargo con honores.
En un instante la información completa de
la excepción a la que se refería apareció ante mí y pude comprobar que no
mentía. Probablemente varias patrullas de las fuerzas especiales de seguridad
imperiales ya se preparaban para venir hacia aquí.
La mano llena de restos del localizador
aferró el cuello del hombre con fuerza suficiente como para comenzar a
asfixiarlo. El saqueador envió una cara sonriente con un beso como reacción.
Renno: Eso es, enséñame tu verdadera cara
antes de que los reguladores destruyan tu cuerpo y tiren sus restos al…
Tiré. No quería escucharlo más y su cabeza
se desprendió con facilidad, dejando el esófago colgando hasta rasgarse. La
sangre manó a borbotones del cuello arrancado, chorreando en varios hilos
carmesís hasta la mampara de cristal del vehículo.
Durante un momento contemplé la cabeza deformada
que tenía entre las manos: ¿Acaso tenía razón y estaba tan alejada de la
humanidad que es mi destino proteger? Había intentado reducir de forma no letal
a aquellos saqueadores y había terminado matándolos a todos, contradiciendo mi
único propósito.
Queda 1 hora, 35 minutos y 42 segundos para que la tormenta
alcance la ciudad de Ispera/ Estimadas las primeras precipitaciones bajas en
neradio en 32 minutos con un margen de error del 8%./ Velocidad del viento
actual: 87,3 km/h.
Debería evitar volver a hacer esto/Anulado/ Debería buscar
refugio.
Desactivando protocolo Maya.
Abandoné la nave todavía con una punzada de
dolor en el pecho y evalué el camino que todavía tenía por delante: Tal y como
había dicho el saqueador de nombre Renno, la rampa metálica ascendente que
conformaba la plataforma de soporte de la ciudad de Ispera, se extendía durante
2000 metros más hacia el sector industrial y más de 4.000 hasta la base donde
se precipitaba, según los planos públicos de construcción de la ciudad, otros
750 hasta la rocosa superficie carcomida de Kadon III.
La velocidad del viento continuó aumentando
a medida que ascendía lentamente por la resbaladiza rampa metálica sin agarres,
procurando no cometer ningún error que me hiciese resbalar. A pesar de mis
reflejos y mi capacidad de cálculo muy superiores a los de cualquier ser
humano, avanzaba con lentitud e incluso así hubo un par de momentos en los
estuve a punto de deslizarme sin control de vuelta al desaguadero.
El hombre llamado Renno tenía razón; Ningún humano sin equipo
especializado o un vehículo podría ponerse a salvo de la tormenta en tan poco
tiempo. Desde el momento que me defendí neutralizando el vehículo los condené a
todos…
Tal vez debería haber huido usando Maya para inmovilizarlos. No,
el efecto de Maya es demasiado fuerte para una rueda neural estándar como para
soportarlo.
Y no me habrían dejado marchar; porque el riesgo desapareció
para ellos por culpa del brillo de la libertad de las estrellas. La remota
posibilidad de dejar de ser un engranaje roto y desechado de la maquinaria
imperial.
Después de todo… ¿Había realmente elección?
Aumento de la velocidad del viento inminente/ Reactivación
automática de escudo.
El aviso automático de la interfaz neural
me sacó de mi reflexión, haciéndome agitar la cabeza como si estuviese medio
dormida. Parecía que el problema del incidente me había causado mayor impacto
del que esperaba.
Pero el viento y el temporal no se habían
detenido para reflexionar conmigo. Al contrario, la velocidad del aire formaba
grandes nubes de polvo llenas de partículas que impactaban contra el escudo
personal llenando el aire de pequeños destellos verdosos. Un bonito espectáculo
que por desgracia no podía darme el lujo de contemplar.
Alcancé el acceso al largo abismo
rectangular que servía de desaguadero industrial principal al cabo de unos
minutos de avance, casi sin visibilidad por la enorme nube de polvo que me
rodeaba por completo. Según los planos imperiales, el acceso al distrito
industrial se encontraba unos 30 metros por encima de mí.
Queda 1 hora, 15 minutos y 5 segundos para que la tormenta
alcance la ciudad de Ispera/ Estimadas las primeras precipitaciones bajas en
neradio en 12 minutos con un margen de error del 22%./ Riesgo de proyección de
partículas ricas en neradio: Muy alto/ Velocidad del viento actual: 119 km/h.
Según los planos hay una escala de mantenimiento en cada pilar
secundario que lleva a la zona industrial bajo el control de la
astrocorporación Nurm.
Debería buscar refugio.
Entonces, un sonido muy distinto al del
viento penetró mis oídos: Un zumbido intermitente y pesado que solo podían ser
las grandes hélices de un transporte militar imperial.
Anulación de emergencia de escudos/ La anulación de escudos
puede generar daños por el ambiente exterior hostil, ¿Desea continuar?
Anulación completada.
La tormenta de polvo y el viento me
golpearon con más fuerza de la que calculaba, haciéndome perder el equilibrio
durante un momento. El sonido de las hélices se hizo cada vez más y más fuerte
hasta convertirse en un estruendo ensordecedor, en cualquier momento las miras
de haz azules empezarían a barrer el lugar.
Me han encontrado…
Las autoridades imperiales son una potencial agresión / Las
agresiones no serán toleradas.
Activando nivel 1 de defensa: Reducción no letal.
Me coloqué en posición de guardia ignorando
la densa capa de polvo tóxico que cubría la máscara neural y aguardé el
momento, preparada para saltar al desaguadero si la aeronave imperial comenzaba
a disparar. Con el paso de los segundos el sonido se hizo cada vez más fuerte,
hasta que de pronto…
Empezó a atenuarse poco a poco, alejándose
hasta convertirse en un lejano zumbido.
Estado homeostático activado/ valores regresando a la
normalidad.
El escudo se activó de nuevo y salté al
otro lado del desaguadero sin pensar. Tenía muy poco tiempo antes de que la
patrulla imperial encontrase el vehículo siniestrado y comenzase a investigar.
Después de eso, no tardarían demasiado en detectar mi escudo y entonces tendría
que aguantar hasta que la tormenta alcanzase la ciudad para que dejaran de
investigar.
Las
escaleras de mantenimiento estaban protegidas por un tubo de cristal abierto en
la base, roto en varios puntos por la furia de antiguas tormentas. El ascenso,
que habría resultado difícil y angustioso para cualquier técnico de
mantenimiento, apenas me supuso un minuto y medio antes de alcanzar el distrito
industrial: Una extensión inmensa de grandes silos de almacenaje de componentes
minerales refinados, profundos y ardientes pozos de fundición que se
intercalaban con grandes vertederos y chatarrerías ocultas por pilas de
desechos y esqueletos de naves de más de un centenar de metros de alto. Tres
grandes centrales energéticas alimentadas por eco eran visibles en la distancia,
formando un grueso sistema circulatorio de enormes tuberías que proporcionaban
energía a toda la ciudad, sostenidas por centenares de subestaciones que
actuaban como sistema de refuerzo. Sin embargo, casi la mitad del distrito
estaba oculto por una kilométrica nube de humo proveniente de los pozos y
factorías, que era arrastrada por el temporal convirtiendo toda aquella zona en
un entorno letal hasta que el viento se detuviese y los sistemas de ventilación
del nivel se activasen de nuevo.
Ahora puedo comprender que el brillo de las estrellas los
cegara. Apenas existe esperanza de escapar para las hormigas humanas esclavizadas
por Nurm. En el fondo, todas las almas que se arrastran por los túneles como
gusanos ciegos, tienen que saber que vivirán y morirán envueltos en el humo en el que nacieron.
Eso explica por qué Gil y los suyos no se resignaron a retirarse
sin más; Para alguien que ha nacido y vivido sin ver nada más que el humo de
las factorías, la libertad aparente del infinito firmamento, aunque solo sea una remota posibilidad,
tiene que ser el paraíso.
-Espero que algún día seáis parte de las
estrellas que quisisteis alcanzar, Aein-sena- Murmuré como plegaria mirando al
techo del nivel, imitando la antigua costumbre de los colonos estelares. Por
algún motivo, aquel olvidado ritual hizo que me sintiese un poco mejor.
Tras aquel momento de respiro avancé a
través de las estrechas calles rodeadas de grandes naves industriales a toda
velocidad, dejando una estela verde por el impacto de las partículas de polvo contra el escudo. A medida que avanzaba
a través del laberinto industrial, las calles iban descendiendo poco a poco en
las entrañas del nivel, convirtiéndose en largos puentes suspendidos sobre el oscuro brillo rojizo de los pozos de fundición.
Tal y como pensaba, todos los edificios están completamente
sellados. He perdido demasiado tiempo.
Utilizar Maya para romper el bloqueo es inviable, me detectarían
en cuestión de segundos.
Debería buscar refugio/ No puedo buscar refugio en esta zona.
Datos insuficientes para ofrecer un pronóstico actualizado de la
tormenta…
Debería abandonar esta área cuanto antes/Liberando restricción
de movilidad…
En apenas un instante doblé la velocidad,
alcanzando la salida del puente central en apenas unos minutos y subiendo por
las calles bajo la sombra de la gigantesca central energética. En el exterior
la fuerza del viento había aumentado hasta convertirse en una tormenta de
rocas, escoria y humo que me recibió con una ráfaga de viento que me hizo
frenar casi por completo.
Actualizando registros…
Queda 1 hora, 6 minutos y 18 segundos para que la tormenta
alcance la ciudad de Ispera/ Estimadas las primeras precipitaciones bajas en
neradio en 1 minuto con un margen de error del 41%./ Riesgo de proyección de
partículas ricas en neradio: Muy alto/ Velocidad del viento actual: 151 km/h.
Sellado del nivel inferior de la ciudad: Inminente.
La patrulla imperial no tardará en llegar, lo más probable es
que ya estén en territorio industrial.
Debería…
El estruendo rítmico de una salva de
proyectiles pesados atravesó la tormenta y estalló con fuerza contra el escudo,
lanzándome contra la pared de un edificio cercano. El calibre de la bala
explosiva sumado al castigo ambiental sobrecalentó el escudo, arrancando trozos
de piel de mi brazo derecho hasta revelar el blindaje óseo interior.
Escudo sobrecalentado/ Activando célula de emergencia.
Calculando balance de daños… daños al 7%/ Reparación en 1:22
minutos/ Agresión detectada/ Activando respuesta…
Activando nivel 2 de defensa: Cese de posibilidad de Respuesta.
Protocolo: Maya
Esquivé una nueva salva de disparos rodando
a favor del viento, usando la montaña de escoria acumulada contra un muro para
frenar sin sufrir más daños. Mientras tanto, los hilos neurales de Maya se
extendieron a través de todo su alcance efectivo hasta localizar la fuente del
ataque.
Baterías automáticas de defensa de perímetro/ Escrutando red
neural… Origen confirmado: Cuna neural de la astrocorporación Nurm.
Estado homeostático activado/ Reactivando escudo…
Permanecí hundida durante unos minutos en
aquella pila de cenizas y desechos industriales semisólidos, observando como
pequeños varias decenas de diminutos hilos oleaginosos blanquecinos regeneraban
la piel que me faltaba.
Lástima que no haya nada que hacer con la malla de aislamiento…
me gusta el color naranja.
Reparación dérmica completada.
Debería rodear el perímetro de defensa.
Y eso hice, tanteando el alcance de los
sensores de las armas con el escudo brillando con fuerza en medio de la
tormenta, como una baliza de advertencia en medio de un campo de asteroides.
Moviéndome en zigzag aprovechando los muros y avanzando a favor del viento para
esquivar las salvas de disparos cada vez que los informes de Maya erraban.
Avanzaba lo más rápido posible; Sacrificando
cualquier cautela a cambio de ganar un par de segundos más al temporizador
invisible, que se agotó cuando me detuve al final de un callejón convertido en
la azotea de un enorme complejo residencial.
Un gran estruendo metálico ahogó el rugido
de la tormenta cuando los gigantescos mamparos de protección de cada lado de la
pirámide comenzaron a descender lentamente: En tan solo unos minutos el nivel
quedaría sellado por completo hasta que la tormenta amainara y los niveles de
contaminación fuesen seguros.
Alerta: Precipitaciones bajas en Neradio inminentes.
Velocidad del viento en descenso/ Toxicidad ambiental en
aumento.
Debería buscar refugio/ Anulado/ Debería salir de aquí/ Anulado/
Debería anular el cierre total del nivel.
No puedo hacer eso, los daños colaterales serían irreparables…/
Anulado/ Debería anular el cierre total del nivel.
No; mi tarea es defender a la humanidad, no salvaguardar mi vida
a costa de la de muchos/ Anulado/ Debería anular el cierre total del nivel.
Retrocedí. Necesitaba encontrar una
conexión física para poder anular el cierre del nivel para abandonarlo y salvar
mi vida pero me detuve. No podía hacerlo al precio de condenar a toda la
población. Sin embargo, la directriz Deva, encargada de controlar el
pensamiento lógico, anulaba cualquier divergencia que se desviara de aquel
mandato…
¡No debo anteponer mi vida a la de los humanos! No es mi propó…/
Anulado/ Debería anular el cierre total del nivel.
¡Si anulo el cierre del nivel, seré peor que cualquier
instilante!/ Anulado/ Unidad central en divergencia de nivel 1: Iniciando
anulación remota del sellado del nivel.
¡No!/ Anulado/ Iniciando deslizamiento neural remoto en la red central…
Tiempo estimado: 118 segundos.
Caí al suelo tras apenas dos pasos
erráticos y un nuevo sentimiento desconocido hasta entonces nació dentro de mí:
el miedo. ¿En qué me convertiría si cometía semejante monstruosidad solo para
salvar mi vida?
¿Qué soy realmente si mi cometido no es proteger a la humanidad?
¿Qué he hecho hasta ahora además de manchar mis manos de muerte y polvo?
¿Hay realmente elección?/ Anulado/ Rompiendo anillo imperial de
alta seguridad… Tiempo estimado: 93 segundos.
Me retorcí en el suelo activando y
desactivando el escudo de forma aleatoria mientras la impotencia crecía dentro
de mí, aumentando la divergencia con una lluvia de preguntas aleatorias cada
vez más agresivas.
¿Cómo puede un humano buscar ser polvo de estrellas? ¿Qué lleva
a alguien a querer proteger a la humanidad? ¿Quién me ha nombrado protectora?
¿Qué pasa con el brillo de las luciérnagas en el firmamento cuando muere el
verano? ¿Pueden las luciérnagas ser instilantes? ¿Un instilante dormido es un
ser humano? ¿Puedo hacer algo para detenerme?
Tengo que hacer algo para detenerme… /Anulado/ Unidad central en
aumento de divergencia, aumentando…
Activando protocolo: Maya/ Anulado/
Con un esfuerzo titánico, aparté el caos
neural que manaba de la divergencia durante un momento y me incorporé de un
salto. Apenas quedaba tiempo para detener la directriz Deva y no podía detener
el pirateo neural que estaba a punto de completarse. Ni siquiera podía usar
Maya contra mí misma para desactivarme de forma temporal, aunque eso me causase
daños irreparables.
Entonces, más rápido que un parpadeo,
surgió un largo haz de luz azul que barrió la azotea deteniéndose sobre mí. Una
lluvia de proyectiles lumínicos de gran calibre atravesaron el humo deformando
el escudo con el impacto. Un segundo después, varios más de menor tamaño
comenzaron a barrer el área buscando a su objetivo:
Yo.
Restaurando divergencia en la unidad central/ Comenzando
alineación…
Agresión con munición lumínica detectada/ Activando respuesta…
Activando nivel 2 de defensa: Cese de posibilidad de respuesta.
Protocolo: Maya.
-¡Anular!¡Anular intrusión neural en
curso!- grité poniéndome a cubierto de los haces que barrían la azotea dentro
del almacén colapsado por los proyectiles. El alivio que sentí fue inmenso al
comprobar como el sellado continuaba su curso hasta que el nivel industrial de
Ispera quedó sellado por completo.
No puedo garantizar mi supervivencia pero este nivel estará a
salvo… ¿Y ahora qué?
Debo defenderme de las agresiones que suponen las fuerzas
especiales imperiales pero la negociación no es una opción, tampoco la agresión
preventiva, ya que conducirá a la muerte de más humanos.
Solo me queda huir.
Atravesé el almacén moviéndome entre los
largos contenedores con cautela, buscando cualquier señal de luz azul que
atravesase el humo que saturaba cada vez más el aire. De hecho, los niveles de
contaminación ambiental eran tan altos que solo con un traje de aislamiento
personal o un escudo muy avanzado podría sobrevivirse más de unos minutos ahí
fuera.
Escudos que las fuerzas especiales del orden público imperial tienen
a su disposición. Tengo que intentar deslizarme en su canal neural sin ser
detectada.
Bien jugado, Renno: tenías razón.
Tanteé la red neural pública del nivel
industrial con timidez antes de toparme con un corta-fuegos de cierre físico: Un
tipo de barrera que no podía traspasar ni siquiera con la ayuda de Maya. Fuese
quien fuese el responsable, había sido lo bastante cuidadoso como para situar
todas las ruedas neurales en el exterior del cortafuegos, estableciendo un
perímetro de exactamente 33 metros.
Si abandono el área, sabrán cuando y donde lo hago, además de
saber cuál es exactamente mi sistema neural. Eso explica por qué no han usado
sus aumentos para rastrearme, así que tienen que confiar en los sensores de la
cañonera para detectarme.
Estado homeostático activado
Amplié el tanteo buscando algún punto ciego
en el perímetro pero el cortafuegos creaba una impenetrable jaula que se
extendía formando la mitad de un rombo tridimensional perfecto, liberando en
los vértices varios tipos de virus neurales diseñados para incapacitar al
objetivo.
Por desgracia, no tuve tiempo de seguir
pensando; Un silbido mecánico me dio apenas medio segundo para refugiarme antes
de que el cañón de la aeronave abriese fuego contra el edificio, atravesando
las paredes y los contenedores con proyectiles lumínicos de haz de gran
calibre. A través del humo aparecieron miles de luces azules que estallaron
contra el escudo, prendiendo en llamas anaranjadas varios componentes
inflamables.
Alerta, sobrecarga de escudo inminente/ Toxicidad ambiental
exterior: Muy elevada.
Las llamas acabaron con el escudo pero la
lluvia de proyectiles no cesó, arrancando trozos de piel y quemando el blindaje
óseo allí donde impactaban. Desesperada, traté de saltar para huir por el
tejado pero varios proyectiles me arrancaron el brazo extendido, que fue
engullido por las llamas.
No puedo sentir dolor pero de alguna forma, duele…
La descarga de luz rasgó mi vientre y me
lanzó por los aires contra un contenedor. Ignorando las llamas que se extendían
por mis piernas, me arrastré con el brazo izquierdo hasta la salida sellada y
usé a Maya para romper el bloqueo y rodar hasta la calle. La máscara neural se
había roto y varios pedazos de vidrio se habían clavado en la cara rasgándome
la mejilla y el labio.
Ya no puedo huir… solo defenderme, aunque vaya en contra de mi
propósito.
Calculando balance de daños… daños al 43%/ Reparación en 36:05
minutos/ Agresión detectada/ Activando respuesta…
Activando nivel 3 de defensa: Pacificación de zona hostil.
Protocolo: Siegfra
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